Sobre mi
Mente inquieta, podría ser una manera de definir mi compromiso diario con los procesos de transformación desde el momento en que tome consciencia de la insostenibilidad del camino seguido por la humanidad: Se hablaba en este momento de “una verdad incómoda”.
Mi primera vida laboral, las dedique en 3 multinacionales distintas en 3 países distintos. Un aprendizaje inolvidable que me sirve todavía a diario en mis acompañamientos. Este primer periodo fuera de mi cultura ha fomentado el gusto por una curiosidad sin límites.
Fue en 2009, en plena crisis, cuando decidí dejar mi trabajo estable renunciando el confort de la nómina y numerosas señales de reconocimiento profesional. No sabía entonces lo que iba a descubrir como consultor y facilitador autónomo. Ya muy concienciado con los retos de nuestro siglo, la llamada que me despertó fue la profunda emergencia climática. Mis valores personales me convirtieron en un ferviente defensor de la transformación hacia la sostenibilidad para contribuir en un mundo mejor.
La siguiente década la recuerdo intensa. Por un lado me sentía, vivo, en mi sitio, desarrollando nuevas habilidades en el campo de la inteligencia colaborativa y como profesor asociado en la UPF sobre el Liderazgo y Sostenibilidad.
Por otro lado, me invadía una sensación de lucha permanente a contracorriente. En aquellos años, la transformación digital arrasaba y la búsqueda del impacto positivo en las organizaciones no era una prioridad. A pesar de todo, esta experiencia generó en mí un gran sentimiento de realización personal y profesional, y confirmó la idea de que el cambio, (cuando sigue un propósito claro) no mata, ¡sino todo lo contrario!
A lo largo de esos años, he vivido muchos talleres y procesos de desarrollo personal, que han desembocado una segunda llamada, menos radical pero más profunda. En la actualidad, el acompañamiento de colectivos y equipos, en su transformación hacia la sostenibilidad, tiene más sentido que nunca para mí. Y puedo ejercerlo también desde la postura del coaching: escuchando la singularidad de cada uno, con sus talentos y sus sombras y acompañándolo para que esta singularidad se convierta en su principal motor de cambio.